Wert 451, universitarias cenizas

En cierto modo, como señala el ministro de Educación, Cultura y Deporte, José Ignacio Wert, todos los estudiantes universitarios de España están becados: pagan con sus matrículas solo el 15% del coste real de sus estudios. Lo recordó hace unos meses: «a veces, se olvida de la beca más importante, que es la que tienen garantizada todos los alumnos del sistema universitario, a los que les cobran un pequeño porcentaje de lo que cuesta su puesto». Fue el mismo día en que apostó porque las becas estuvieran más vinculadas a las notas que a la renta, cargándose su fundamental elemento: la equidad.

Claro que le faltó decir que el restante 85% no lo sufraga el espíritu santo ni el ex tertuliano extrayéndolo de su particular y ministerial cartera. Procede de los impuestos que pagamos todos. Perdón, casi todos, que están también los defraudadores a los que se pretende generosamente amnistiar, para que luego digan que el Gobierno de Rajoy no tiene su corazoncito.

Dentro de su paquete de medidas para aligerar la aportación a la Educación pública (pese a que España se encuentra por debajo de la media de la OCDE en inversión educativa y sus resultados están aún lejos de ser óptimos), y tras las anunciadas para Primaria y Secundaria (con elevación de ratios y previsibles despidos de decenas de miles de docentes), la Universidad también va a recibir su cura de adelgazamiento presupuestario. Con menor aportación del Estado y más del bolsillo de la ciudadanía, al margen de su posición económica.

Castigo

La fórmula, ya conocida, es hacer que ese 15% que abonan los estudiantes se acerque al 25%, elevando las matrículas, hoy situadas en torno a los 1.000 euros de media, hasta situarse en torno a los 1.500. Una subida espectacular que contrasta vivamente con la realidad de un país que se encamina  a los 6 millones de parados, con crecimiento de la pobreza entre amplias capas de su población, y donde se han reducido sustancialmente los salarios públicos y privados.

La medida, como casi todas las que ha ido planteando el PP en los más diversos ámbitos, castiga a los trabajadores y a las clases medias. Porque son sus hijos e hijas los que tendrán más dificultades para pagar esas tasas y empezar o continuar sus enseñanzas universitarias.

Y porque, paradójicamente, la medida no va acompañada, más bien todo lo contrario, de un incremento en la política de becas, de forma que se posibilite realizar estudios superiores a quien, teniendo capacidad para ello, no cuente con solvencia económica suficiente.

Comparto la preocupación y la reflexión del rector de la Universidad del País Vasco, Iñaki Goirizelaia, quien ha señalado que la educación «es una inversión a largo plazo, absolutamente imprescindible para asegurar un futuro de cultura, convivencia y bienestar. Si la educación es cara, no podemos ni debemos experimentar lo cara que puede llegar a ser la ignorancia».

Canarias, peor

Y entiendo que esta subida en las matrículas universitarias afectará, de manera todavía más dura, a Canarias. Al ser la Comunidad con salarios más bajos, así como la segunda en desempleo registrado, 283.699, según datos de marzo, de los que 110.000, más del 39% no son beneficiarios de ninguna ayuda. Y con una tasa de riesgo de pobreza once puntos por encima de la media española.

La sensibilidad social del PP al subir radicalmente el costo de las matrículas sin proceder a la ampliación de las partidas destinadas a becas es, como se puede observar, bastante débil.

Tan débil, casi, como su amor a los servicios públicos -la educación, la Sanidad, los servicios sociales…- a los que, a fuerza de desprestigiarlos y descapitalizarlos, convertirá en cenizas, con el entusiasmo febril y la locura de un pirómano. Al modo y manera en que se producía la combustión de los libros en ‘Fahrenheit 451’, el libro de Ray Bradbury llevado al cine por François Truffaut en los años sesenta. Pero utilizando, en vez de queroseno, materiales altamente inflamables cuando se hace una poco inteligente combinación: la mayoría absoluta, la propaganda y el BOE.

——————-Puedes seguirme también en twitter: @EnriqueBeth

Fragmento de la Banda Sonora Original de la película de Truffaut ‘Fahrenheit 451’, compuesta por Bernard Herrmann. Interpretada por la Orquesta Filarmónica de la Ciudad de Praga, dirigida por Paul Bateman.

http://www.youtube.com/watch?v=4vxUabcSLdU

5 comentarios en “Wert 451, universitarias cenizas

  1. Francisco

    D. Enrique, este escrito suyo, me hace recordar un comentario de un oyente de 7.7 radio. que mas o menos venia a decir. que la derecha estaba viendo a muchos hijos de trabajadores en las universidades, cuando lo que hace falta es mano de obra barata, asi que ahi van los primeros movimientos en pos de la causa, ¿no le parece?

  2. Papanegra

    Gracias, Sr. Bethencourt, por sus artículos y opiniones. Entiendo que contribuyen, de manera sencilla y certera, a desenmascarar las intenciones y los intereses que defiende el PP del Sr Soria, con las medidas que viene tomando, relacionadas con los derechos laborales, la sanidad y la educación. En nuestra realidad Canaria, la situación de desventaja de todo orden en que nos encontramos, agravará, sin dudad, las consecuencias sociales que tendrán en toda la sociedad, de manera especial en aquellos paisanos en peor situación y más necesitados: los mas humildes.

    La dificultade para acceder a los estudios universitarios, debida a la subida de las tasas y la reducción de las becas, en nuestra islas, se verá aumentada si se aplica las ratios anunciadas, por el ministerios de educación en Madrid, para mantener las titulaciones que actualmente se imparten en Canarias. De llevarse adelante esta medida las Universidades Canarias perderían numerosas titulaciones; muy afectados se verían los estudios técnicos. Desplazarse a una universidad peninsular es muy costoso y está al alcance de pocas familias canarias.

    Algunos ya conocimos esta situación de dificultad de acceso a la universidad de los hijos de las familias humildes, en los años setenta y la vivimos y la aceptamos como algo normal, al fin y al cabo nos habian enseñado, a nosotros y a nuestros padres, que «eramos nadie».

    Ahora, opiniones como la suya, me hacen pensar que ya no será así. Que hay espacio para la esperanza, para resistir la imposición de decisiones discriminatorias e injustas para Canarias, para decidir nosotros por nosotros mismos. Que nuestra fuerza está aquí, o no estará, que no vendrá de Madrid, por mucho ministro canario que airee el PP que tiene en el gobierno de Madríd.

    Reciba un cordial saludo

    Papanegra

  3. Isabel

    Me parece un artículo lúcido e inteligente. Un PP, que está intentando sustituir el objetivo de un Estado del Bienestar por el del Malestar es un peligro. Yo pude estudiar fuera precisamente porque en mi tiempo empezó una política de becas que me lo permitió. Y, con los gobiernos democráticos, se desarrolló cada vez más. Ahora todo es recortar sin incentivar por otro lado. ¡Pobre país! Gracias por poner el dedo en la llaga. Me gustó ese final con los tres elementos altamente inflamables.

Deja un comentario