CC, un documento para el debate

He podido leer estos días un documento base de trabajo para la redacción de las ponencias del VII Congreso nacional de Coalición Canaria, que se desarrollará en Tenerife el próximo mes de mayo. Un texto cuyos principales epígrafes hacen referencia a los principios de la organización, la necesidad de una lectura crítica de su historia, cómo afrontar el debate sobre la convergencia y evolución del nacionalismo canario, una Canarias plural como marco para el autogobierno y el progreso social, sostenible y solidario, identidad y canariedad, y participación de la militancia y conexión con la sociedad civil.

En su presentación se señala que nos encontramos en un momento político en el que resulta imprescindible un análisis “objetivo y autocritico de nuestra historia, la del nacionalismo y la de Canarias, como única vía para impulsar el futuro, reconocer errores y aciertos cometidos, valorar la viabilidad de los planteamientos, establecer los retos y objetivos inmediatos de nuestra tierra y definir la validez del modelo de partido para afrontarlos”.

Con los principios establecidos por la organización en otros debates congresuales, recuerda que Canarias “es una nación y que existen razones históricas, geográficas, económicas, culturales e identitarias objetivas que configuran la nación canaria y que, como tal nación, tiene derecho a su autogobierno”. Principio que comparten la mayoría de los nacionalistas, favorables a un estado plurinacional. Pero que no tiene nada que ver con el discurso de su diputada en el Congreso, que habla exclusivamente de nación española y cuyo entendimiento del hecho nacional no se distancia del que defienden con ardor las derechas españolistas. Nacionalismo sí, pero otro. Frente al contenido de este documento congresual tendría que repetir el “no, mil veces no” del debate de investidura de Pedro Sánchez.

Tras señalar que ningún proyecto nacionalista ha alcanzado las cotas de apoyo popular y la presencia de gobierno en las instituciones que llegó a tener CC, destaca que tras su nacimiento en 2005 Nueva Canarias no ha conseguido superar sus limitaciones territoriales ni, tampoco, CC recuperar el apoyo ciudadano en Gran Canaria. En el plano ideológico sitúa a CC en el centro y a NC definida en la izquierda para “diferenciarse” de Coalición.

Coincidencia

Destacan, asimismo, que, aunque NC se presente como alternativa, hay una amplia base de coincidencia en la defensa de los intereses de Canarias cuando esta se juega “en las Cortes Generales o la UE y muchas de sus supuestas diferencias en la política local, insular o de acción del gobierno de Canarias son forzadas en la búsqueda de esa diferencia frente a CC”. Considero al respecto que sí se han producido desacuerdos palpables entre las dos organizaciones en distintos asuntos. Sobre el territorio y el medio ambiente, el gas y las renovables, la fiscalidad (las alegres rebajas de Clavijo han dejado un agujero de más de 170 millones de euros), el FDCAN o la lucha contra la pobreza. Y que no es malo reconocerlas. Al contrario, resulta mejor ponerlas sobre la mesa que tratar de ocultarlas. Por otra parte, como prueba fehaciente de las coincidencias programáticas, el documento recuerda las confluencias en las generales de 2011 y, más recientemente, en las de noviembre de 2019.

CC trata de salir del debate izquierda-derecha en el nacionalismo canario y reitera su centrismo. Lo que le lleva a concluir que, “a la hora de trabajar acuerdos de confluencia nacionalista, acuerdos de gobierno, acuerdos electorales o apoyos en determinados asuntos de interés general para Canarias, la cuestión ideológica no debería ser un obstáculo para cerrar posiciones comunes”. Se hace luego referencia al papel de CC en la gobernabilidad del Estado, con ejecutivos del PSOE y del PP, y también como vía “para negociar y alcanzar acuerdos que hiciesen posible la consecución de mayores cotas de autogobierno y de recursos para las islas: lo que hoy se conoce como Agenda Canaria y que tiene su mayor expresión en el nuevo Estatuto y el nuevo REF”. Y se defiende un futurible modelo federal del Estado, en el que Canarias se insertaría de manera asimétrica.

Y, respecto a la evolución del nacionalismo, comienzan señalando que cuando se habla de proceso de convergencia se está hablando de CC y de NC. Tampoco es que haya mucho más, por cierto, con proyección electoral e institucional. Y se asegura que ambas fuerzas pueden seguir existiendo por separado, aunque esta posibilidad “limita los crecimientos de una u otra opción”. Afirmando que, sin entrar a valorar los obstáculos internos en ambas formaciones, así como los externos, defienden “una línea de diálogo permanente para hablar de acciones conjuntas sin condiciones previas, sin tiempos cortoplacistas. Lo cierto es que como nacionalistas canarios tenemos esa deuda con Canarias, no podemos cesar en el empeño de intentarlo de forma franca y leal”.

Con relación al debate isla-nación, reconocen la importancia del hecho insular, apostando por superar el insularismo, “pero manteniendo la isla como el contexto desde el que se reconoce y ejerce la singularidad y desde donde se construye y contribuye a la identidad nacional como pueblo, integrando la diversidad y plasmando la solidaridad que hace posible la igualdad de oportunidades y el progreso social”.

Sostenibilidad

En el documento se apuesta por la sostenibilidad, “porque las islas son los territorios más sensibles debido a su aislamiento y escasez de recursos y saludable, tanto desde el punto de vista del territorio (energías limpias, tratamiento de residuos y vertidos, protección medioambiental) como de las personas”. Y se señala la necesidad de mejorar la calidad de vida en un permanente diálogo entre las demandas de la sociedad y los recursos disponibles. Abordándose, asimismo, aspectos como la seguridad (ciudadana, alimentaria, sanitaria, legal…), la solidaridad y la cohesión social, y la necesidad “de disponer de la soberanía necesaria para permitirnos alcanzar los objetivos que la ciudadanía canaria se fije”.

En definitiva, el texto parece un buen punto de partida para el debate de su VII Congreso nacional, en el creo que faltan algunas referencias autocríticas sobre las políticas y las actitudes de algunos de sus dirigentes que han llevado al arrinconamiento de CC en el período reciente. En mi opinión, desde la pérdida de la centralidad, el escoramiento ideológico y los desequilibrios territoriales internos, así como una identificación con el más puro y duro desarrollismo. Ojalá el documento y el proceso de análisis congresual sean de utilidad para el fortalecimiento de una organización que ha sido clave en la política canaria en los últimos 26 años, con aciertos y errores, y que, probablemente, lo siga siendo en el futuro.

—-Publicado en CANARIAS7 el domingo 23 de febrero de 2020.

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