Loca carrera petrolera

La visita realizada a Canarias la pasada semana por el presidente de Repsol, Antonio Brufau, ha supuesto una vuelta de tuerca en la loca y acelerada carrera por poner en marcha de manera inmediata las prospecciones petrolíferas en aguas cercanas a nuestro Archipiélago.

Una carrera planteada con escasa información, nulo rigor y falta de consenso, así como ausencia de respeto institucional a las administraciones canarias, es decir, a sus ciudadanos y ciudadanas. Una carrera en la que Brufau ha tomado estos días el testigo, relevando al, hasta ahora, corredor más destacado: el ministro de Industria.

Como botón de muestra el cúmulo de informaciones que se han ido vertiendo en los medios de comunicación a lo largo de dicha semana; y que, en el mejor de los casos rozan la fantasía.

Ocurre así cuando se aventuran hasta 50.000 puestos de trabajo vinculados a las mismas, que exigiría la realización de un urgente control antidopaje. Repsol desarrolla en estos momentos tareas de extracción de crudo en medio mundo. Y, globalmente, tiene 37.000 empleados. La sopladera de los presuntos empleos nace completamente picada. O algo peor.

Pero ya lanzados, se apunta que Canarias puede convertirse en potencia mundial en materia de astilleros, fabricándose aquí los buques de posicionamiento que recibirían el crudo extraído de la bolsa. Otra chorrada gloriosa. Solo falta que, con mucha anticipación, nos oferten la secretaría general de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP). Ya puestos. Y que se la den a Ignacio o a José Manuel; méritos les sobran.

Riesgo

Sin iniciar las prospecciones se comienza a estimar la cantidad de barriles que podría extraerse de cada una de las cuadrículas, a las que se ha puesto nombre de frutas: sandía, plátano, chirimoya… ninguna, por cierto, amargas brevas, se les pasó. Y cualquier día nos detallarán hasta la calidad del crudo y el precio que tendrá en los mercados internacionales en 2020.

Ha dicho Brufau que las prospecciones no suponen el menor riesgo medioambiental. Esto choca frontalmente con los propios informes de Repsol, como el de 2004, con la experiencia internacional y con el sentido común.

En aquel informe de la compañía se habla de que se pueden producir “impactos potenciales de la perforación de sondeos marinos”, entre los que se encuentran “vertidos de lodos de perforación” y “posibles derrames de combustible y aceites de las unidades de perforación y apoyo”; así como “posibles derrames de petróleo” y “escapes de gas durante las eventuales pruebas de producción”.

Todo el mundo coincide en la importancia del respeto al medio ambiente y a la relevante biodiversidad que poseen nuestras aguas. Por ello, no tiene sentido esas prisas por empezar, cuando en las actuales condiciones la normativa que se aplicaría sería más blanda, menos rigurosa, en cuanto a las medidas exigibles al proceso extractivo y, asimismo, las paliativas en el caso de una posible fuga (Repsol reconoce 7.000 vertidos de distinta dimensión en dos años en sus distintas plataformas).

Ecosistema

No se comprende, en modo alguno, que no se espere a la nueva legislación europea en la materia, que daría muchas más garantías al ecosistema de Canarias, a su economía y al bienestar de su gente. Podría entenderse que la compañía concesionaria tuviera prisas por razones de ahorro en los costes, pues el incremento de la seguridad supondrá una inversión mayor.

¿Pero tiene sentido que esas prisas sean alentadas por el Ministerio de Industria del Gobierno de España, por la administración pública, que debiera poner por delante los intereses generales, el futuro de Canarias y de su población, y no los particulares de Repsol?

Contradiciendo al gran Bob Dylan, la respuesta, por desgracia, no se encuentra en el viento, que ya Soria se encargó, también, de cargarse a las energías renovables.

————————————-También estoy en twitter: @EnriqueBeth

Trío Zapatista: ‘Petróleo Canario’, un poco de humor entre tanto disparate, entre tanto negociete.

http://www.youtube.com/watch?v=z7QiCZnmmxo

5 comentarios en “Loca carrera petrolera

    1. Cabe preguntarse porque el PP rechaza visceralmente las prospecciones en el Mediterráneo, aduciendo que dañan «la imagen, el medio natural y el turismo», y aquí digan lo contrario. El turismo genera en las Islas más de 12.000 millones de euros al año, lo que no generará el petróleo en los 20 o 25 años que dure (si es que hay y es bueno), salvo que no sea un beneficio para REPSOL sino para el sector público, cosa que no contempla la legislación española. Tal y como están las cosas, la única beneficiada sería la empresa y, en menor medida el Gobierno español. Canarias correría con los riesgos: un derrame generaría daños irreversibles en el medio y decenas de miles de parados en pocas horas. Saludos

      1. Oswaldo

        Enrique, el beneficio es para Repsol, empresa privada. De esos 12.000 millones que dices que deja el Turismo en Canarias, no será en su inmensa mayor parte para empresas privadas (operadores turísticos), por cierto, en una inmensa mayoría de capital no canario?…

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