España engaña a Canarias

Les parecerá, tal vez, excesivamente contundente, pero considero que es real y demostrable: España engaña a Canarias. Veamos de entrada un caso reciente: el de las prospecciones petrolíferas en aguas cercanas a las Islas. Pero, adelanto, no es el único.

La decisión de autorizar las prospecciones petrolíferas en Canarias vino precedida de declaraciones que daban a entender que había alguna posibilidad de reconducir o, al menos aplazar, el tema. Las alimentó el presidente del Gobierno de Canarias, Paulino Rivero, al señalar, tras su entrevista con Mariano Rajoy en La Moncloa, que este se encontraba dispuesto a paralizarlas temporalmente (tanto en el caso canario como en el de Baleares) hasta lograr acuerdos con las comunidades afectadas.

Y contribuyó también a levantar falsas esperanzas el rifirrafe en el Senado a cuenta de esa posible suspensión cautelar, con marcha atrás de los populares a última hora, tras recibir presiones del Gobierno, cuando antes se manifestaban propicios a una moratoria y a consultar con las comunidades afectadas.

Muchos analistas políticos canarios se apuntaron al carro y vieron una posibilidad de entendimiento entre los gobiernos central y canario. Nunca me lo creí. La hoja de ruta de los intereses económicos en juego para la multinacional Repsol está, para el Ejecutivo del PP, muy por encima de Canarias, su medioambiente, su modelo económico, sus instituciones y su ciudadanía. Aunque un 70% de los canarios rechace las prospecciones, como señala un reciente sondeo de Celeste Tel, o las calles de todas las islas hayan sido escenario de manifestaciones masivas contra las mismas el reciente 7 de junio.

Además, el tratamiento que habitualmente recibe Canarias del Ejecutivo estatal, sea del PSOE o del PP, también justificaba y justifica mi total escepticismo.

No es la primera vez, en el período reciente, que el Gobierno español engaña al de Canarias (y este se deja engañar, todo hay que decirlo, en muchos de los casos).

Sucedió, cuando Rodríguez Zapatero reconoció las aguas canarias. Una decisión que suponía incrementar la superficie de las Islas por siete, quedando solo por detrás de Castilla León, Andalucía y Castilla La Mancha; y que impedía que buques que navegan entre Gran Canaria y Tenerife lo hagan, como ahora, por aguas internacionales. Transcurrido el tiempo se ha demostrado que de aguas canarias, pese a que el presidente Rivero lo vendió como el logro del milenio, con consecuencias positivas en la financiación autonómica,  nada de nada. 

Plan Estafa a Canarias

Pero peor fue aún el Plan Canarias, prometido tras un Consejo de Ministros celebrado en Las Palmas de Gran Canaria en octubre de 2009. Nada menos que 25.000 millones de euros en una década, a 2.500 millones anuales que, según la entonces vicepresidenta De la Vega, “iban a cambiar la historia de Canarias”. Un ministro de aquel zapateril gobierno fue mas allá y dijo que a partir de aquel momento ya no podríamos quejarnos los ciudadanos de Canarias. A por la mordaza.

Tras analizar a conciencia el documento de la denominada Estrategia Integral para la Comunidad Autónoma de Canarias me di cuenta de que era puro humo, como escribí en la viaja Tiradera, ‘Plan Canarias, ¿Gordo o Pedrea?’ http://tiraderacanariasaldia.blogspot.com.es/2009/10/plan-canarias-gordo-o-pedrea.html

En el Plan Canarias recogía convenios ya en marcha, como el de carreteras, o las ayudas al transporte, también vigentes; incluso incluía la autorización de emitir deuda pública, por 128 millones, por parte de los cabildos de Tenerife y Gran Canaria. A ellos se sumaban subvenciones sin cuantificar, informes sobre el sistema educativo y promesas de futuros convenios. En fin, un Plan estafa como el tiempo se encargó, por desgracia, de confirmar plenamente. 

Errores propios

No pretendo con la denuncia de esos casos anteriores, ni con el desprecio actual con el asunto de las prospecciones, justificar u ocultar los errores autóctonos. Los cometidos aquí en las Islas.

Asuntos como el vergonzoso retraso en la presencia de las energías renovables, la aplicación pésima de la ley de la dependencia, el deterioro de servicios públicos esenciales o las deficientes políticas de vivienda, tienen mucho que ver con la mala gestión, con las malas políticas desarrolladas desde las Islas.

Y como quiero ser más riguroso y preciso, olvídense del titular de este artículo de opinión y sustitúyanlo por uno más justo y, también, un poco más largo: ‘Los Gobiernos de España engañan reiteradamente a Canarias’. 

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Un comentario en “España engaña a Canarias

  1. – El barco de Repsol, “al borde del desastre ambiental” en Namibia. “el buque Rowan Renaissance tuvo que abandonar apresuradamente las operaciones en la boca del pozo para evitar un desastre ambiental”

    – En informes elaborados por Repsol en 2013 se refleja expresamente que la petrolera apuesta por el uso del Rowan Renaissance para garantizar la “máxima seguridad”.

    – El Gobierno reconoce que la zona está poco investigada desde el punto de vista sísmico. “el conocimiento sobre la tectónica regional en la zona de detalle es aún escasa, lo que genera cierta incertidumbre en las causas que generan algunos de los sismos que se han producido”

    y mas: http://nooilcanarias.com

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